Teniendo en cuenta la compleja faceta del viajero moderno y el rol del agente de viajes actual, en NEMO desarrollamos productos tecnológicos e incorporamos proveedores de contenido con el objetivo de brindar “soluciones” en este delicado ecosistema de negocios tan competitivo.
Como todos sabemos, la tecnología se va involucrando en
espacios y aspectos que nunca antes hubiéramos imaginado. El concepto de
internet de las cosas nos demuestra que en poco tiempo podremos vivir en casas
inteligentes que serán manejadas a distancia por medio de un smartphone, o que
nuestros automóviles no necesitarán que los manejemos.
La tecnología nos cruza en cada momento de nuestra vida
cotidiana, de hecho hay muchos ejemplos de cómo va modificando nuestros
quehaceres, así podemos verlo en la incorporación de tecnología en la educación,
en el trabajo, en los medios de comunicación, entre otras áreas.
Y como es obvio, el mundo
de los viajes no es ajeno a estas consecuencias de los avances tecnológicos
y la conectividad global. Tanto es así, que no solo el nicho del negocio
turístico como mercado objetivo fue mutando, sino que los viajeros
“prosumidores” (término que se utiliza para consumidores proactivos que
producen información, opinan, sugieren y comparten con otros semejantes), han
modificado las formas tradicionales de elegir y armar sus viajes, como también
la manera en que los compran, los disfrutan y los comparten.
Del mismo modo que en otras áreas, en donde se cruzan la
economía tradicional del mundo físico con la del mundo digital, en muy pocos
casos las nuevas formas han hecho desaparecer por completo el método
tradicional. Aunque haya detractores de este pensamiento, la gente lee libros online,
pero sigue comprando los ejemplares de papel en igual o mayor medida que en el
pasado, los niños en edad escolar utilizan tablets para estudiar y notebooks
para acceder a los contenidos, pero leen también apuntes y manuales como lo
venimos haciendo desde años atrás, los estudios médicos se pueden recibir en
formato digital, pero igual vamos al médico para que los interprete y nos emita
su diagnóstico, hoy en día es posible adquirir todo tipo de productos en
tiendas online pero nada se compara con la experiencia de “tocar” lo que
queremos comprar, probarnos una prenda antes de adquirirla ni mucho menos con
la sensación de elegir algo en una vidriera y llevarlo a casa en el momento. Después
de todo, se trata de experiencias que difícilmente puedan ser reemplazadas en
su totalidad por la tecnología, sencillamente porque los seres humanos somos
seres sociales por naturaleza y en algún punto necesitamos salir al mundo
exterior, tocar, hablar, percibir por todos nuestros sentidos, en definitiva
interectuar tanto como movernos, para no anquilosarnos.
Un nuevo perfil de pasajero
No hace falta pensar en 50 años atrás para darnos cuenta que
el perfil del viajero actual es diferente respecto de aquellos de la década
pasada.
El pasajero moderno llega a dedicar muchas horas a explorar
opciones de viajes por su propia cuenta y esto es debido a que tiene la
posibilidad de acceder a un cúmulo de información considerable (quizás
demasiada) antes de emprender su viaje. Es que se trata de eso, de mucha
información al punto de llegar a convertirse en una verdadera “infoxicación”
que lejos de facilitarnos la decisión puede hacerla más compleja. Claro está
que cuando se trata de comprar solo un ticket aéreo, la decisión será sencilla,
no así cuando se trata de un viaje completo, familiar o multidestino, por dar
algún ejemplo.
El valor de nuestro
tiempo
La tecnología nos da la posibilidad de ocupar nuestro tiempo
en aquellas cosas que verdaderamente disfrutamos, resolviendo y automatizando
un sinnúmero de tareas operativas que antes nos ocupaban gran parte de nuestro
día.
El ser humano está evolucionando y se va haciendo más
inteligente en líneas generales en cuanto comprender la finitud de su vida y a
ser consciente del verdadero valor del tiempo.
No es casual que cada vez más gente a nivel mundial se de
cuenta que el placer y la felicidad que produce el viajar perdura mucho más que
cualquier compra de un bien material. Conocer diferentes personas, lugares y
culturas se termina haciendo hábito en las personas que prueban esa
experiencia.
Tampoco es casual que se esté notando en la industria
turística un incremento en las ventas de viajes en el canal tradicional y es
debido a que siguen existiendo, por un lado aquellos viajeros que prefieren el
consejo de un agente de viajes para dedicar su tiempo a otros menesteres y
ocupaciones, como practicar su deporte favorito, leer un libro o simplemente
disfrutar de un merecido descanso en su hogar, y por otro lado, están los que
tras haber armado varios de sus viajes online en el pasado, ahora se dan cuenta
del valor de contar con el asesoramiento y sobre todo la capacidad de
resolución de un agente de turismo que en muchos casos está disponible en todo
momento y ante cualquier adversidad que pudiera acontecer en el viaje.
Viajeros exigentes y
sin de tiempo
Aquellos que han armado previamente sus viajes por su propia
cuenta saben de qué hablamos. Muchas familias lo han experimentado, son
diversas cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de armar por sí
mismos un viaje, todo aquello que conlleva, cada pequeño detalle que se nos
puede pasar por alto y por supuesto todo lo que implica en tiempo, en
incertidumbre, o incluso en dolores de cabeza, en especial cuando se trata de
viajes complejos, o cuando se producen cancelaciones y demoras en los vuelos, o
cuando un hotel no resulta ser lo que uno esperaba, o la tediosa tarea de hacer
coincidir los horarios entre diferentes servicios, tan solo por mencionar
algunos ejemplos típicos que generan estrés a alguien que no ha hecho de los
viajes, su oficio.
Se trata de pasajeros que no desean -o no pueden- dedicar
tanto tiempo (horas, días e incluso semanas) buscando en Internet todo lo
referente a un viaje, ni que hablar de hallar las mejores tarifas (las cuales
cambian constantemente), información destinos, aéreos y transbordos, traslados,
coches de alquiler, alojamiento, etc. y hacer que todo eso cuadre a la
perfección, por lo que optan por resolverlo de manera simple: consultando a un agente
de viajes.
El futuro del agente
de viajes
Por eso en NEMO, pensamos que el rol del agente de viajes siempre
va a ser importante y vuelve a ser valorado en estos tiempos donde muchos
creían que la tecnología podía reemplazar todo el trabajo humano. Quizás sea en
otras modalidades, como el del consultor free-lance o home-worker que no
necesariamente esté presente en una agencia física aunque sí forme parte de
ella, pero la misión del agente de viajes cobra cada vez más valor en épocas
donde alguien debe ayudarnos a ahorrar tiempo y evitarnos dolores de cabeza.
Ahora bien, para que un agente pueda satisfacer los
requerimientos del exigente e informado viajero “prosumidor”, el primero debe
tener acceso directo a los sistemas que permiten cotizar y reservar online todo
tipo de productos y servicios turísticos. Pero claro, eso solo no basta, el
agente de viajes tiene que ser capaz de generar ese “plus” que nos hace sentir
“considerados” como clientes y que nos están ofreciendo algo que de otro modo
no hubiera sido tan fácil de hallar por nuestra cuenta. ¿Cómo lograrlo?
Sencillamente ofreciéndonos en modo de servicios adicionales, aquellas
experiencias que no son tan frecuentes de encontrar para un común mortal en el
desordenado y abarrotado inventario turístico global, como por ejemplo:
hotelería no tradicional (apartamentos, hoteles boutiques, alojamiento en
sitios históricos como conventos, castillos, paradores, etc.), trenes,
cruceros, low-costs, actividades divertidas y fuera de lo común (paseos guiados
por las ciudades en Segways, un viaje en globo, un citytour en los típicos
Citroen de los años ’60 o un paseo en barco), tickets de espectáculos
(recitales de artistas famosos que coincidan con la fecha en que viajamos, un
partido de futbol de un equipo estrella), traslados exclusivos (limos), coches
de alquiler deportivos (nos sorprendería los precios a los que se puede acceder
en determinados lugares a este tipo de vehículos purasangre), entradas en restaurantes
o por ejemplo los llamados “skip de line” para evitar hacer cola en los
ingresos de museos y otro tipo de eventos. Estas son algunas de tantas
experiencias que pueden hacer la diferencia entre un viaje normal y uno fuera
de serie y que harán que un pasajero quiera volver (o no) a encargar su próximo
viaje a su agente de confianza.
Cómo hacer la
diferencia
Son épocas donde los agentes de viajes cierran ventas por
mail, por skype, por whatsapp, por teléfono incluso, donde los clientes no
vienen tan seguido al “escritorio”, por eso la atención multicanal es tan
importante y es preciso comprender que además del servicio de asesoría que
brindan en una agencia de viajes, podrán disponer de una ventaja diferencial solo
si emplean la tecnología correcta a su favor para ser más productivos de modo
que sus clientes no tengan que perder su tan preciado tiempo.
Teniendo en cuenta la compleja faceta del viajero moderno y
el rol del agente de viajes actual, en NEMO desarrollamos productos
tecnológicos e incorporamos proveedores de contenido con el objetivo de brindar
“soluciones” en este delicado ecosistema de negocios tan competitivo.
Se trata después de todo, de mucho más que simples usuarios
de sistemas, se trata de brindar experiencias, de hacer la diferencia entre una
vivencia sin igual y otra para olvidar, se trata en definitiva de lograr que la
tecnología sea esa maravillosa piedra angular que soporta toda la estructura,
pero que especialmente conecta ambos costados del arco: el pasajero y el agente
de viajes.